martes, 2 de abril de 2013

Siempre hemos sido mi jodida suerte y yo.



Mírame, sigo aquí, pero esta vez a años luz de ti y de nuestras apuestas de alto riesgo. Y es que lo que tenía jugarnos todo cada dos por tres, hasta lo que no teníamos, un futuro juntos, es que al final la suerte acaba cansándose de ti. Y lo perdiste todo campeón. Tú, que te creías el ganador nato de cualquiera de nuestras partidas, de nuestros juegos absurdos, de mis besos, y yo, que apostaba por todo menos por nosotros dos. Tú tan “te tengo en el bote” y yo tan “¿tú quién eres?”. Y nos pasó factura la suerte y resultó que la debíamos más de lo que teníamos. Y ahora yo la sigo pagando a plazos, se me acabaron las apuestas, pero veo que estoy pagando las dos partes porque tú no has dejado de arriesgar.
Pero acuérdate de lo que siempre te decía “Por muchas veces que arriesgues, la suerte está de mi lado, no del tuyo, campeón”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario