Daría la mitad de los besos que te debo por robarle un
poco de tiempo al tiempo y quedarme unas horas más entre tus sábanas,
combatiendo con caricias al puto frío invernal que nos trae este jodido
diciembre.
Que tú podrías hacer caída libre por mis caderas y yo
perderme por las curvas de tu sonrisa, porque estamos perdiendo el tiempo
cuando lo que deberíamos estar perdiendo es la ropa. Un silencio que podría cortar el aire pero que
grita más palabras que tus pupilas y el movimiento de mis pestañas juntas. Y yo
deseando gritarte con susurros al oído la falta que me haces mientras tú
intentas no quererme más de la cuenta, pero cariño siento decirte que, si
tienes la certeza de que no cambiarías ni si quiera uno de mis besos por dos segundos más
conmigo, llegas tarde para no quererte enamorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario