martes, 10 de julio de 2012

Ellas brillan con luz propia.

Yo tengo la teoría de que las personas son como estrellas. Están las estrellas fugaces, que son aquellas personas que pasan rápido por tu vida, que ni si quiera te regalan una mirada y mucho menos un amanecer. Luego está aquella que brilla más que todas, esa que llama tu atención a primera vista, esa persona que te caló hasta los huesos y se ganó por completo tu corazón, ese amor de tu vida que por mucho que lo intentes nunca desaparecerá, no se irá. Y por último están todas las demás estrellas, que aparentan ser iguales, no diferenciarse en nada, pero en realidad cada una de ellas es especial a su manera. Porque sin ellas, tu cielo personal no sería igual.



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