sábado, 30 de junio de 2012

Te echo de menos de una manera que asusta

Ni si quiera este calor con olor a verano es comparable al que me regalaste entre unas viejas sábanas una puta tarde en pleno Febrero. Porque si el tiempo hace el olvido hace meses que yo tengo jodido mi reloj, y no avanza, se ha parado en ese momento, en aquellos dos malditos segundos que tardaste en decirme “adiós” y en regalarme el primer y el último “te quiero” que te he oído pronunciar. Y es que echo de menos los besos que me robabas pidiendo otro de rescate, la puta primavera encerrada en tu sonrisa, esas miradas magnéticas, y te echo de menos a ti, pero de una manera brutal, de una manera que asusta.

sábado, 16 de junio de 2012

Por esta vez abandono el camino fácil

¿Sabes? Debería confesarte que aún sigo esperándote entre las sábanas de mi cama con el olor de tus recuerdos, o que sigo pensando en ti las 24 horas del día, incluso que las noches de fiesta sigo usando aquel maldito pintalabios rojo Channel con la esperanza de que cuando salga el sol esté en tus camisas blancas y no en mi boca. Pero he decidido que voy a tirar las sábanas a la basura, que voy a dedicar al menos un minuto al día a pensar en mí y que el pintalabios le voy a perder en cualquier camisa blanca que no sea la tuya. Porque confesártelo sería demasiado fácil y tú me enseñaste que lo que vale la pena es lo difícil.