lunes, 30 de enero de 2012

Tengo el sitio perfecto para que veamos las estrellas y algún que otro amanecer. Me he aprendido de memoria miles de nombres cariñosos por los que llamarte y que no te gusten, para que luego te enfades y acabemos montando nuestra batalla particular en la cama. Ya he comprado el chocolate para los domingos, que el café de resaca no sienta demasiado bien. Tengo en mi móvil la dirección de nuestra heladería favorita. Tengo cada poro de mi piel preparado para sentir tus caricias y unos labios nuevos para que los desgastes tú. Ahora tan solo me falta conseguirte a ti.

Que el mundo gira en un sentido absurdo si tu me faltas.

Hoy no se si es que el mundo me pesa demasiado y por eso me acuerdo de ti o es que te echo tanto de menos que me da la sensación de que el mundo hoy me gana la partida. No se si es que faltas en mi cama o que este jodido invierno se ha vuelto más frío que nunca. Y es que amor creo que de tanto intentar grabar a quemarropa en mi memoria todos los besos que nos dimos se me han empezado a olvidar y no sabes lo que duele intentar recordarlos de nuevo. ¿Sabes? Ahora me da miedo mirarme al espejo y no ver en mi cara esa sonrisa de gilipollas que tan bien me quedaba. Y es que cariño corrimos demasiado, vivimos a base de acelerones y frenazos. Estuvimos tan centrados en las miradas a escondidas y los besos de alquiler que no nos dimos cuenta de que íbamos cuesta abajo y sin frenos.
Demasiado tarde para arrepentirse, para parar el reloj o para intentar aprender a volar. Demasiado tarde para echar de menos sus caricias, para ahogar las penas en alcohol y para volver a casa a la hora exacta. Para ser perfecto, para comerse el mundo, para vivir la vida sin prisas, para soñar despierto y para sonreír como un gilipollas. Demasiado tarde para ser valiente, para enamorarse, para desgastarse los labios y para desaparecer del mundo entre mordiscos y caricias. Demasiado tarde para ser lo que quieras ser. Demasiado tarde para ser tú.

Estas jodido mundo, esta vez ha vuelto para quedarse.

Sábado, once de la noche. Se ha puesto sus pinturas de guerra y el vestido que se puso la primera vez que estuvo con él, ha cogido los tacones más altos que ha encontrado en el armario y se mira con una sonrisa de oreja a oreja al espejo. Les ha dicho a sus padres que volverá pronto, ¿la realidad? Tiene planeado acostarse más tarde que la luna. La calle entera para ella, una botella de Jack Daniel’s para ahogar sus penas y un paquete de cigarros para olvidarse de sus sueños rotos. Hoy va contra el mundo, hoy tiene claro quien quiere ser, y quiere ser ella.
Domingo, ocho de la mañana, después de haberse bebido cada recodo de su vida vuelve a casa, con los tacones en la mano y el mundo entero a sus pies.


sábado, 28 de enero de 2012

Hola bloggers, vereis, hoy por curiosidad he buscado algunos de mis textos en google para ver si alguien me los habia copiado, como me esperaba era así, a mi no me molesta porque si los copiais es porque os guatan, me hubiese gustado que debajo hubieseis puesto mi blogg, pero bueno yo no dije nada en ningun momento asi que.. Me molestaría que dieseis las gracias por algo que no habeis escrito pero cual a sido mi sorpresa cuando al meterme en este blog me e encontrado con que otra chica le hecha en cara a la dueña de éste que la haya copiado la misma entrada que ella me había copiado a mi.. http://escomoverunamanecer.blogspot.com/2011/12/nunca-me-gustaron-los-planes.html
Después de encontrar que hay gente así me estoy planteando mucho cerrar el blog, yo antes escribia mis textos y los ponia en el tablón de tuenti, decidí pasarlos a una libreta y pense ¿por qué no hacer un blog? Y por eso le hice, para que la gente viese los textos que escribo y comentase, pero después de esto sinceramente no se lo que haré....

jueves, 26 de enero de 2012

El mundo no necesita físicos que demuestren la ley de la gravedad ni científicos que sepan el número exacto de estrellas que hay en el universo. El mundo lo que necesita es a idiotas que los días de aburrimiento los inviertan en pintarse sonrisas con rotulador permanente, que se coman a besos en cualquier recobeco del primer portal que encuentren, que los martes trece antes de salir abran el paraguas dentro de casa y jodan un espejo "sin querer". Necesita a ilusos que crean que los deseos se hacen realidad y tengan docenas de ellos por cumplir. A personas sin sentido del ridículo que canten por la calle a pleno pulmón, con una sonrisa de oreja a oreja y desafinando tanto que hasta el cielo se nuble pero que luego no tengan la suficiente valentía de cantar en la ducha. Necesita a gilipollas que se crean que estan a tres metros sobre el cielo, que pueden parar el mundo con una sonrisa y no pueden vivir sin un beso cada amanecer. En realidad, lo único que necesita el mundo son un puñado de estúpidos soñadores, como tú y como yo.

martes, 24 de enero de 2012

Contigo era comernos a besos un martes y desayunarnos el universo un miércoles

No echo de menos sus "buenos días princesa" ni los desayunos de los domingos en el sofá a las 3 de la tarde. No echo de menos nuestras discusiones y enfados tontos y mucho menos sus miradas a escondidas. Pero sí echo de menos que él sea lo primero que vea al despertar, echo de menos cuando me abrazaba por detrás y me susurraba al oído: "¿Sábes? Yo hoy para desayunar te quiero a ti" y me comía a besos ayí, en medio de la cocina. También echo de menos las guerras que nos declarabamos en la cama a la primera de cambio. Pero sin duda, lo que más echo de menos es saber que cuando me pasaba algo o estaba mal solo tenía que mirarle para que esa estúpida sonrisa apareciese otra vez en mi cara.
Querida Princesa:

Te escribo para decirte que no me esperes porque puede que me entretenga con alguna bruja poligonera o quizás nunca llegue. Siento ser yo el que te de la mala noticia de que nuestro cuento tal vez no tenga un final feliz, así que mi consejo es que te quites el vestido y los tacones, metas en una maleta unas docenas de sueños y un puñado de estrellas y te larges lejos a escribir tu propia historia, que es injusto que me esperes a mí. Yo seguiré buscándote, pero hasta que te encuentre ¿quién te prohibe divertirte? Así que escribe tu propio cuento, de hadas o de brujas, y no pienses en el final, al fin y al cabo, siempre acabarás comiendo perdices.

Atentamente, tu Príncipe Azul.
Somos besos a escondidas en tu portal, noches sin dormir en tu cama y amaneceres vistos desde mi habitación. Somos el café de los lunes y algún que otro whisky del sábado. Somos las noches de locura y las tardes de tormenta, las sonrisas a escondidas y las lagrimas guardadas por orgullo. Somos las palabras que jamás nos dijimos y las que nunca nos diremos. Somos los sueños que se nos quedaron en el camino y tal vez puede que seamos el deseo a una estrella fugaz. Pero ante todo somos "nosotros" y no "tú y yo".

lunes, 16 de enero de 2012

No tienes ni puta idea de lo que es tirarte al vacío y que él aparezca de frente y sin frenos para subirte hasta lo más alto otra vez.

jueves, 12 de enero de 2012

Uno de los días más especiales con ella fue el primer día que entré en su habitación. Cuando cruzabas la puerta sentías que entrabas de pleno en su cabeza, era como un pequeño planeta a parte. Tenía una pequeña cama porque aseguraba que no necesitaba dormir para soñar, ya que se ocupaba de hacerlo cuando estaba despierta. En la pared que había frente a la cama se encontraba pintado un gran "Buenos dias princesa", porque no necesitaba que nadie se lo dijese cada día al despertar. Tenía un espejo porque le gustaba que cuando se ponía guapa hasta él se enamorase de ella. En una pequeña mesilla había una bola del mundo que giraba cada mañana porque decía que le aburria que el mundo girase siempre en el mismo sentido. En su armario tenía colgado un vestido precioso de princesa y al lado de éste el de "zorra poligonera" que se ponía de vez en cuando para evadirse del mundo. Entre unos cuantos papeles tenía una carpeta en la que se podía leer "Instrucciones de la vida", cuando vio mi cara de asombro al darme cuenta de que estaba vacía, una sonrisa se dibujó en su cara y lo único que me dijo fue: "¿Qué te esperabas? Siento darte la mala noticia de que la vida no viene con manual de instrucciones cariño".
Pero ¿sabes qué es lo que hizo de verdad especial ese día? Que al tumbarme en la cama me di cuenta de que el techo estaba lleno de estrellas, unas pequeñas y preciosas estrellas, entonces se tumbó a mi lado y me susurró al oído: "Son sueños cumplidos, mira, ¿ves aquella? Eres tú".

lunes, 9 de enero de 2012

6.00 am. No sabe si su borrachera la ha dejado plantada o que al final es verdad eso de que el alcohol no hace el olvido, pero han vuelto a su cabeza los jodidos recuerdos que intentó congelar el pasado invierno, tal vez descongelados por la dulce brisa de una madrugada de verano o puede que derretidos por ese corazón que le duele a quemaropa. Después de tanto tiempo escondiendo unos putos sentimientos que consideró demasiado bonitos para ella, ahí está, debatiendose entre perderse en las sábanas de su cama y desaparecer del mundo o reírse y hacerle girar en el sentido contrario. En su mano izquierda un cigarro a medio acabar, y en la derecha la botella con sueños que lleva guardando desde hace meses. Fue él quien un día que la vio triste la dio lo que le pareció la solución a todos sus problemas: "Compra una botella de cristal, cada día que te levantes feliz escribe en un trocito de papel una frase tan preciosa como tú y metela en la botella, y los días que sientas que el mundo te pesa, abre la botella, saca un papel y te aseguro que después de que leas lo que haya escrito ni siquiera el mundo tendrá cojones a darte la espalda". Doscientos setenta y dos días felices a su lado, doscientos setenta y dos papelitos, doscientas setenta y dos frases enfrascadas en una botella de cristal y después de noventa días echandole de menos ni siquiera a tenido la suficiente valentía para sacar un simple papel de ella. Pero hoy, hoy no sabe si es su jodida locura que ya no aguanta más atrapada en el fondo de su ser o si es que amanece, que no es poco. Se acaba su cigarro de una calada y abre la botella, duda sobre que papel coger pero acaba por decidirse por uno de un color más azul que el cielo. Entonces lo lee y una sonrisa se dibuja en su cara al instante: "No tengas miedo de volver a enamorarte, prepárate para esa señal que parece el fin del mundo".

miércoles, 4 de enero de 2012

Fuck you.

Piensas que soy demasiado segura de mí misma, que me escondo tras una sonrisa falsa, que confío en demasiada gente, que mi locura es pasajera y dentro de tres días me arrepentiré de todo lo que he hecho durante todos estos años. Crees que soy inmadura, gritona, quizás demasiado fácil de conseguir, que la he cagado muchas veces, que soy débil. Y estás segura que por verme así puedes opinar sobre mí. Pero lo que en verdad no sabes es que la sonrisa me la pegué un día con superglú a la cara porque me gusto demasiado lo bien que me quedaba, que a mis verdaderos amigos los cuento con los dedos de las manos porque la gente más falsa que los billetes de tres euros sobra en mi vida. No sabes que yo dejé de creer que mi locura era pasajera hace más de 5282 días ni que no he cometido errores en la vida porque no me arrepiento de nada de lo que hice. Lo que no sabes es que en mis momentos de lucidez soy más madura que tú, que grito para que el mundo sepa que estoy aquí y que no pienso dejar que me coma, que en mis días de bajón me abrazo a mi oso de peluche mientras escucho las 60 canciones más tristes de la historia. De lo que no tienes ni puta idea es de que si la he cagado es porque he vivido, que puedo soportar a ocho pares de zorras que me envidian por ser como soy, que soy fácil para el que le hecha ganas, pero una verdadera hija de puta para aquel que intenta hacerme daño. Pero ¿sábes?, tienes razón creyendo que puedes opinar sobre mí, al fin y al cabo, me importa una puta mierda tu opinión.