miércoles, 26 de diciembre de 2012

No te preocupes, algún día se arrepentirá de no tenerte.


Y a veces lo único que te apetece es salir corriendo a ninguna parte, sin mirar atrás, porque él lo hizo contigo y crees que así todo será más fácil, que quizás una ráfaga de viento se lleve los recuerdos que te quedan, esos que vuelven a doler cada vez que la lluvia moja la ciudad.
Sólo quieres escaparte del mundo ahora que todo vuelve a ir mal, porque ese siempre fue vuestro plan A, joder, ese fue vuestro único plan. Así que siento decirte mi querida cabecita loca que hoy te toca hacer los planes que nunca hiciste, planes para enamorarte, para ser feliz, para irte de fiesta, planes que más de un capullo con complejo de chico malo te va a romper, pero lo más importante es que hoy te toca quedarte aquí y ser fuerte por los dos, demostrarle que te sobran los cojones que a él le faltan, porque tú nunca has tenido miedo y sé que ahora tampoco lo vas a tener.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Tú no me abandones que yo ya haré el resto.

Tengo vértigo, vértigo a que te vayas dejándome con las sonrisas colgando del filo de los labios, esperando que vuelvas y traigas contigo una reconciliación. Tengo pánico a no encontrar las suficientes razones ilógicas por las que deberías seguir perdiéndote en mis pestañas y no en otras caderas. Me da miedo pensar que un día de estos decidas dibujar constelaciones pero que lo hagas con otras pecas y no con mis lunares. Me da terror saber que hoy lo tengo todo, que te tengo a ti y tus besos callándome la boca cuando no paro de hablar, y esa sonrisa que me trae más loca que tus "te quiero" en plena discusión, porque eso significa que si te pierdo no me quedará nada, sólo un corazón lleno de heridas y en carnes vivas intentando cicatrizar momentos que estoy segura que ni si quiera el alcohol lograría hacerme olvidar.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Si se acaba el mundo quiero que me pille entre tus besos.


¿Sabes? Yo nunca he sido de creer en muchas cosas. No me creía las películas Disney de pequeña y tampoco me creo las románticas a día de hoy. No creo en las estrellas fugaces o en los imposibles. Tampoco creo en el amor a primera vista ni en el amor para toda la vida. Nunca he creído en la gente que no se arriesga, ni en la que no cree en su suerte y mucho menos en la que hace planes para dentro de cinco años, aunque, para serte sincera, a veces no me creo ni a mí. Así que tampoco creo que vea el fin del mundo, pero si llega, si me pilla en pleno diciembre intentando sobrevivir al invierno, tengo claro que quiero que me pille contigo, enredados entre las sábanas, desafiando al mundo mientras me evado de él con el sonido de tu dulce voz. Quiero que me pille perdida entre las constelaciones de lunares que tiene tu espalda, comiéndome a besos esa preciosa sonrisa mientras pienso lo fácil que te haces de querer.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Siempre habrá un recuerdo que nos llene los ojos de lágrimas.



Y sólo queda recordar, recordar pequeños detalles, instantes que lo cambiaron todo. Recordar los errores y las caídas y nuestras ganas de ganar. Recordar que por muy cálidos que sean los besos si diciembre se ha propuesto congelarte el corazón, lo hará. Recordar silencios que gritaban a voces que te echaba de menos de una manera brutal, aunque el filo de mis labios murmurase que no quería volverte a ver. Recordar el dolor que provocaban las caricias baratas que lo único que conseguían era romperme más y más el corazón. Recordar andadas que a estas alturas ya no valen nada, pero que siguen traicionándome cada vez que aparecen con el primer resquicio de frío que trae este puto invierno.