miércoles, 29 de agosto de 2012

Él era el chico ideal; ella, un caso perdido.


Amanece entre los rascacielos mientras ella cruza la ciudad deslumbrando al sol con esa jodida sonrisa que enamoraría hasta a la misma luna, porque aunque esta noche se ha rendido a la tentación que le provocaban el filo de sus labios y esos ojos color caramelo, sabe que es mejor pensar en el dulce sabor de sus besos que en lo amargo que saben las despedidas.

1 comentario:

  1. ame tu blog :) ya hacia mucho tiempo que no lo visitaba, esta entrada en especial me encanto...
    La canción de "yo soy tu maestro" me recordó mi infancia, recuerdo que mi hermana mayor la escuchaba noche y día. En fin, saludos :D

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