lunes, 14 de noviembre de 2011


Has vuelto a las andadas. Vuelves a ser la misma chica que tenía por compañeras botellas de Jack Daniel’s, noches de fiesta interminables y cualquier canción que se pudiera bailar. La chica que no se comprendía ni a sí misma. Vuelves a ser la que llegaba a casa de madrugada con los tacones en la mano, el pintalabios fuera de lugar y las medias rotas a mordiscos. Esa que necesitaba un cigarro para evadirse del mundo y dos chutes de felicidad para poder volver a él. Vuelves a ser la chica que no tenía miedo de que la vida fuese a doscientos kilómetros por hora porque siempre pensó que algún día tendría que parar. Vuelves a ser ella, la que se inventó el mundo perfecto en las nubes pero siempre tuvo los pies en la tierra. Pero cariño siento decirte que aunque vuelvas a las andadas nada será como antes, porque ahí están las penas que intentaste ahogar en alcohol, intactas, más fuertes que nunca, preparadas para romperte el corazón a la primera de cambio, preparadas para recordarte que estás viva.

4 comentarios:

  1. puuuf Elena, yo cada día flipo más con tus textos eeh, me encantan me encanta y me encantan aún más.
    ¡Estoy enganchadisima a tu blog!
    Enhorabuena y sigue así ;)

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  2. Me gusta mucho ;) Sigueme , yo te sigo ;D

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