viernes, 16 de noviembre de 2012

Fuiste tú quien decidió largarse a la primera de cambio y por la puerta de atrás.



Mírala, ya no te necesita, no te echa de menos. Aunque tuvo que chocarse con un muro imposible de atravesar a doscientos por hora, se dio cuenta de que con príncipes tan capullos como tú merece más la pena ser la bruja mala o incluso el lobo feroz. Mírala haciéndole la competencia al sol con esa jodida sonrisa que volvería loco hasta al más cuerdo. Mírala pisando fuerte, declarando la guerra a cualquiera que intente hacerla daño y comiéndose las noches a base de otros besos que no sean los tuyos.
Mírala ser feliz a su manera, sin reglas, sin prisas, sin ti.

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