sábado, 15 de octubre de 2011

Voy buscándome la vida, buscándote en mis planes, cogiendo altura, dejando señales...

Le gustaban los atardeceres en la playa, le daban esa sensación de señal del fin del mundo, y por unos pequeños instantes se olvidaba de todo. Se quedaba allí, sentada en la arena, viendo el sol desaparecer con ese brillo en los ojos y esa sonrisa en la cara. Nadie le prometió que la vida fuese sencilla, ni si quiera le dijeron que pudiera valer la pena, pero ella tan ilusa como siempre se creo su propio mundo en las nubes, a mucho mas de 3 metros sobre el cielo, muy alejado de la realidad, y cada vez que bajaba lo hacia a gran velocidad, dándose de bruces contra el suelo. Pero no la importaba, solamente necesitaba ver otro atardecer más para evadirse de todo y volver a subir, eso si, esta vez a más altura que la anterior.

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